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comentario_texto_tomas "Luego si la naturaleza del hombre exige que viva en una sociedad plural, es preciso que haya en los hombres algo por lo que se rija la mayoría. Pues, al existir muchos hombres y preocuparse cada uno de aquello que le beneficia, la multitud se dispersaría en diversos núcleos a no ser que hubiese alguien en ella que cuidase del bien de la sociedad, como el cuerpo del hombre o de cualquier animal se desvanecería si no hubiese alguna fuerza común que lo dirigiera a buscar el bien común de todos sus miembros. Por este motivo dijo Salomón: Cuando no hay gobierno se dispersa el pueblo. Esto sucede con toda razón; pues no es lo mismo lo propio que lo común Por lo propio se enemistan algunos, por lo común se unen. Pues se dan distintas causas para distintos efectos. Luego conviene que, además de lo que mueve a cada uno hacia su propio bien, haya algo que mueva al bien común de muchos. Por eso mismo encontramos algo que rige mejor a todo cuanto se halla ordenado. En el conjunto de los cuerpos otros cuerpos son dirigidos por el primero, o sea, el celeste, según el orden de la divina providencia, y todos los cuerpos lo son por la criatura racional. En el hombre individual el alma dirige al cuerpo, mientras que la razón gobierna las partes del alma irascible y concupiscible. Asimismo entre los miembros del cuerpo hay uno principal que mueve a todos, bien el corazón, bien la cabeza . Luego es preciso que en toda sociedad haya algo que la dirija".

TOMÁS DE AQUINO La Monarquía LIBRO I CAPÍTULO 1

1.- Resumen del Texto

La Idea principal de este fragmento es la necesidad de una dirección en todo grupo social. Como ideas secundarias podemos destacar los argumentos expuestos en los que se fundamenta esta afirmación:

Parte de un razonamiento hipotético: si la naturaleza exige que el hombre viva en una sociedad plural es preciso una dirección de la misma. Puesto que el antecedente de este condicional es cierto (ya probó que el hombre es social por naturaleza) es cierta la conclusión (Idea Principal). Ahora tiene que demostrar la validez del condicional.

Es necesario un dirigente que busque el bien común para evitar que la multitud se disperse al buscar sus intereses particulares. Esto lo intenta demostrar con dos argumentos:

  • Un dato empírico: ocurre lo mismo que en el cuerpo humano si éste no tuviera una fuerza que dirigiera a todos sus miembros hacia el bien común.

  • Argumento a la Autoridad: Se apoya en Salomón que dice que sin gobierno se dispersa el pueblo.

Se rige mejor a todo cuando se halla ordenado, por ello es necesario en toda sociedad algo que la dirija. Esto lo intenta demostrar mediante ejemplos de la experiencia:

  • Lo mismo ocurre en todos los cuerpos dirigido por la criatura racional según el orden divino.

  • Y algo similar ocurre en el hombre dirigido por la razón.

 

2.- Explicación del Texto

Este texto de La monarquía, único tratado sistemático de Tomás de Aquino sobre el tema político; pretende ser un libro de consejos éticos para el gobernante, más que un tratado de política real; ya que Tomás de Aquino no es un político sino un teólogo.

Como podemos observar en este fragmento, lo mismo que en la mayor parte de la obra del Aquinate, se aprecia una clara influencia del pensamiento de Aristóteles. Ello no podía ser de otra manera dada la gran influencia que este pensador tuvo sobre Tomás de Aquino. Sin embargo, también podemos apreciar algunas ideas y procedimiento propios de la época que Aristóteles, claro está, no utilizó. La referencia al orden divino que se atisba en este fragmento y el recurso al argumento a la autoridad son dos claros ejemplos que luego explicaré.

El autor afirma, siguiendo a su maestro, que el hombre es un ser social por naturaleza. Esta es una tesis que ha intentado demostrar anteriormente y que parece bastante claro en esta época, aunque no lo fue tanto en la época de Aristóteles en la que los sofistas habían defendido tesis convencionalistas sobre el origen de la sociedad.

Al igual que ocurre en toda la naturaleza, la sociedad debe ser dirigida hacia un fin, otra idea propia de la visión teleológica de Aristóteles; y por ello cabe plantearse cuál es el fin del Estado. El fin principal de la sociedad es conseguir la paz. Con esta idea muestra Tomás de Aquino una de las pocas diferencias con Aristóteles, ya que para el filósofo griego el objetivo principal del Estado era conseguir la autosuficiencia del grupo social. No es que el Aquinate niegue esta finalidad al Estado, sino que se centra en la importancia de mantener la sociedad en paz, unidad y sin discordia. Hasta tal punto es importante esta finalidad que el autor del texto afirma que sin la paz desaparecería la utilidad de la vida social.

Para conseguir el bien común y el fin de toda sociedad humana es necesario la dirección de este grupo, ya que sin ella es imposible conseguir estos objetivos. Es aquí donde cabe enlazar con el fragmento que estamos comentando. Y la verdad es que poco cabe destacar de éste fragmento, dada la similitud que mantiene con la filosofía política de Aristóteles. Por ello, voy a centrarme en los aspectos más específicos de autor y que aportan algo nuevo a lo ya afirmado por el filósofo griego.

Además de algunas referencias a datos empíricos, al estilo de Aristóteles, el autor refuerza su tesis en el Argumento a la Autoridad, lo dicho por un sabio reconocido debe admitirse como verdadero, y esto es lo que ocurre con la cita de Salomón, que viene a decir algo similar a lo que se afirma en la idea principal, la necesidad de un dirigente en toda sociedad humana. Este es un recurso propio de la Época Medieval y de la Escolástica, a la que Tomás de Aquino pertenece.

Lo mismo ocurre con la concepción teológica que manifiesta Tomás de Aquino, propia de la época y de la que carecía Aristóteles. Para Tomás de Aquino todos los órdenes están sometidos al orden divino. Por ello, si la sociedad es de orden natural y puesto que todo lo natural procede de Dios, el Estado y la autoridad son obra divina, aunque no de forma directa, ya que dios no interviene directamente en su creación.

Una vez que se ha demostrado la necesidad de una dirección de la sociedad, cabe plantearse qué tipo de autoridad es la más adecuada para dirigir la sociedad. en esto el Aquinate no se separa prácticamente nada de las afirmaciones de Aristóteles y por ello no me extenderé demasiado en este punto. Así establece la misma división entre regímenes correctos e incorrectos. La diferencia entre ellos radica, al igual que Aristóteles, en la medida que se guían por el bien común (correctos) o por el bien individual (incorrectos). De la clásica trilogía monarquía, aristocracia y politeia, Tomás de Aquino considera la monarquía como el régimen más perfecto, ya que se dirige mejor hacia el bien común y hacia la paz por uno solo que por muchos. Sin embargo, al igual que Aristóteles, no hace esta afirmación de una forma absoluta, dado que hay que tener presente la circunstancias para determinar cuál de los tres regímenes es el más adecuado en cada situación.