3. Fe y razón en la Edad Media
Imagen 23 Pantocrator románico |
Con el inicio de la época medieval podemos decir que la preocupación y el interés por el problema fe-razón desaparece y no se recupera hasta el siglo XII, alcanzando su punto álgido en el siglo XIII.
¿Cuáles son las circunstancias de que ocasionan este hecho? De forma simplificada, podemos decir lo siguiente:
Ante estas circunstancias la importancia del problema de la relación fe-razón prácticamente desparece y se mantiene la posición clásica, derivada de Agustín de Hipona, en la que la filosofía está al servicio de la fe. Hay problemas más importantes, como trasmitir la doctrina de la escrituras a un pueblo ignorante con un clero poco letrado. Además, no existe un pensamiento especulativo fuerte, que se oponga a la revelación, ni que sirva como instrumento de esclarecimiento de la misma.
Pero, a partir del siglo XII, se introduce en Occidente una gran cantidad de obras científicas y filosóficas de origen griego, judío y árabe. Esto supone, entre otras cosas, la reaparición de la filosofía de Aristóteles, por primera vez, los pensadores cristianos se encuentran frente a frente con la obra completa de Aristóteles. Y sobre todo, aparece un filósofo, Averroes, que pone la filosofía aristotélica como referencia científica a la hora de describir la realidad. Con ello, el problema de la relación fe-razón renace de nuevo, sobre todo, al presentarse las doctrinas filosóficas como un claro oponente a las interpretaciones realizadas desde la fe.
Imagen 24. Ibs al Sid de Badajoz |
Ibn al Sīd o Abenalsid fue un filósofo árabe nacido en Badajoz en el año 1052. También fue un tratadista sobre la caligrafía árabe en Al-Andalus.
Ibn al Sid parece que establece una clara diferencia entre fe y razón. El afirma citando a al-Waqqasi:
"Afligeme el advertir, cuando examino las ciencias humanas, que todas ellas se reducen a dos órdenes, sin duda alguna: una ciencia, cuyas pruebas apodícticas y cuyas causas consigo alcanzar y comprobar científicamente, pero que de nada me sirve, puesto que, antes por el contrario, todo el que a su estudio se consagra es acusado de hereje y de infiel, y esta ciencia es la filosofía, y otra ciencia, cuyos principios y causas no alcanzo y que, si la admito, es por mera persuasión y por sumisión ciega a la autoridad, siendo, en cambio, esta ciencia la que me aprovecha y sirve para lograr ventajas y utilidades [espirituales]"
Fuente: este fragmento ha sido tomado de Antonio Fco. Aldaz Gazólaz en la página del Departamento de Filosofía de la Universidad de Granada